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El Origen: Resolviendo un Problema Real para las PyMEs

Si tienes una empresa en México, seguro conoces esta historia. Vas al banco a pedir un crédito para crecer, para comprar maquinaria o simplemente para tener flujo de efectivo, y te enfrentas a una montaña de papeles, procesos lentos y, muy a menudo, un rotundo 'no'. Por años, las PyMEs, que somos el motor de este país, hemos estado desatendidas por la banca tradicional. En ese hueco, en esa necesidad tan real que muchos hemos vivido en carne propia, fue donde Allan Apoj y David Poritz vieron una oportunidad de oro, un paso crucial después de validar una idea de negocio. En 2015, fundaron Credijusto con una misión que sonaba simple pero era revolucionaria: darle a las empresas mexicanas el financiamiento que merecían, de forma rápida y justa.

Yo recuerdo bien esos años. Emprender era y sigue siendo un camino cuesta arriba. Lo que hizo Credijusto fue cambiar las reglas del juego. En lugar de enfocarse solo en tus propiedades o en un historial crediticio de hace años, ellos usaron la tecnología para entender la salud real de tu negocio, hoy. Desarrollaron algoritmos que analizaban tu facturación electrónica (los CFDI), tus declaraciones al SAT y tus movimientos bancarios, una forma de automatizar procesos para negocios. Esto les permitía ver lo que los bancos no veían: que tu empresa era viable y estaba creciendo. De repente, podías obtener un préstamo en días, no en meses. Para miles de emprendedores, esto fue un tanque de oxígeno, la diferencia entre estancarse y dar el siguiente paso.

El problema que atacaron era enorme. Las PyMEs movemos más de la mitad de la economía del país y generamos la mayoría de los empleos, pero vivimos en un desierto financiero. La falta de crédito nos frena. Credijusto no solo prestaba dinero; ofrecía una palanca de crecimiento. Sus productos, como el crédito simple o el arrendamiento para equipo, estaban pensados para nosotros, con transparencia y sin letras chiquitas. Empezaron a construir algo más que una cartera de clientes; construyeron confianza en un ecosistema que estaba harto de que le cerraran la puerta.

Soñar en Grande: Más que una Plataforma de Préstamos

Desde el principio, los fundadores tenían una visión mucho más grande. No querían ser solo 'los de los préstamos'. Su meta era construir un ecosistema financiero completo para las PyMEs. Cada ronda de inversión, con gigantes como Goldman Sachs apoyándolos, era un paso más hacia ese gran sueño: convertirse en un banco. La idea de que Credijusto comprara un banco no era una locura, era su norte. Sabían que para competir de verdad y ofrecer servicios como cuentas de cheques o inversiones, necesitaban una licencia bancaria. El primer movimiento clave en ese tablero de ajedrez sería la compra de Finterra, una jugada que sentaría las bases para todo lo que vendría después. En ese entonces, el nombre Covalto ni siquiera existía, pero la semilla de la transformación ya estaba sembrada. Estaban construyendo una reputación como el verdadero aliado del empresario mexicano, demostrando que la tecnología sí podía cerrar la brecha financiera y abrirnos las puertas al capital. Un equipo diverso en una oficina moderna tipo startup en México, colaborando frente a una pantalla con gráficos financieros.

La Jugada Maestra: De Fintech a Banco Regulado

En el mundo de los negocios, hay momentos que lo cambian todo. Para Credijusto, ese momento llegó en 2021 con la compra de Banco Finterra. Fue una jugada audaz, una de esas que separan a las buenas empresas de las legendarias. Muchos en el ecosistema, incluso algunos de sus propios inversionistas, se sorprendieron. Pero fue una decisión estratégica brillante. Con esta compra, que rondó los 50 millones de dólares, Credijusto dejó de ser una SOFOM para convertirse en lo que siempre había soñado: un banco plenamente regulado, uniéndose al mundo de las fintech reguladas en México. El rumor se hizo realidad: la fintech había comprado un banco. Esta adquisición les dio la pieza que les faltaba en el rompecabezas: la licencia bancaria.

¿Por qué fue tan importante? Porque con una licencia bancaria, ya no solo podían prestar dinero. Ahora podían captar depósitos del público, es decir, ofrecer cuentas de ahorro y de cheques, protegidas por el IPAB, como cualquier banco grande. Esto les dio una credibilidad y una solidez enormes. Fusionaron lo mejor de dos mundos: la agilidad, la tecnología y el enfoque al cliente de una fintech, con la seguridad, la regulación y la gama de productos de un banco. El 'Banco Credijusto' era ahora una realidad, listo para ofrecer a las PyMEs mexicanas una solución financiera integral y confiable.

Nace Covalto: Un Nuevo Nombre para una Nueva Realidad

Con este poder recién adquirido, enfrentaron un nuevo reto. El nombre 'Credijusto' estaba muy ligado a su origen, al crédito. Pero ahora eran mucho más que eso. Necesitaban una nueva identidad que comunicara su evolución, un claro ejemplo de la transformación digital para emprendedores en México. Así, en 2022, nació Covalto. Este no fue un simple cambio de logo; fue una declaración de principios. Credijusto se mantuvo como la empresa madre, el origen de todo, mientras que Covalto se convirtió en la marca de batalla, el neobanco para las empresas. Un nombre más moderno y corporativo que reflejaba su nueva capacidad para ofrecer servicios bancarios completos.

Bajo la bandera de Covalto, la oferta de productos explotó. Lanzaron tarjetas de crédito empresariales con American Express, cuentas de inversión con rendimientos atractivos y soluciones de comercio exterior. Se convirtieron en la primera plataforma 'todo en uno' para las finanzas de una PyME en México, manteniendo la experiencia digital y sin fricciones que los hizo famosos, pero con el respaldo de un banco. El camino para lograr esto no fue fácil, requirió meses de trabajo con la CNBV y Banxico, pero lo lograron. Y al hacerlo, no solo se transformaron a sí mismos, sino que le mostraron el camino a todo el ecosistema fintech de América Latina. Demostraron que una startup puede llegar a jugar en las grandes ligas, sentando un precedente que inspira a miles de emprendedores a pensar en grande.

El Salto a las Grandes Ligas: De México a Wall Street

Después de consolidar su revolución en México con la compra de Finterra y el nacimiento de Covalto, la ambición no paró ahí. Como todo buen emprendedor, sabían que para seguir creciendo había que apuntar más alto. El siguiente paso fue uno que puso a todo el ecosistema empresarial mexicano en el mapa mundial: anunciaron su plan para cotizar en la bolsa Nasdaq de Nueva York. Esto fue algo más que una noticia financiera; fue un mensaje claro. Una empresa mexicana, nacida para solucionar un problema local, estaba a punto de convertirse en la primera fintech del país en jugar en Wall Street.

Esta movida, realizada a través de un SPAC, no solo les inyectó una cantidad importante de capital para seguir innovando y creciendo, sino que les dio una credibilidad y una visibilidad globales invaluables. Para nosotros, los emprendedores que vemos estas noticias desde nuestras trincheras, esto es profundamente inspirador. Es la prueba viviente de que desde México se pueden construir empresas de clase mundial. La visión que empezó con la idea de 'comprar un banco' había culminado en un debut en los mercados más importantes del planeta. Es una lección de estrategia y perseverancia que resuena con cualquiera que esté tratando de levantar un negocio.

Un Faro para el Emprendimiento en México

La historia de Credijusto y Covalto es mucho más que un caso de éxito empresarial; es un motor para todo el ecosistema, demostrando cómo fintech y emprendimiento cambian el juego. Su trayectoria, desde un pequeño equipo en la Condesa hasta una empresa pública en Nasdaq, es el mejor argumento de venta para que más inversionistas volteen a ver a México. Cuando fondos de capital de riesgo ven una salida tan exitosa, se animan a apostar por más startups locales. Esto significa más capital disponible para la próxima generación de emprendedores.

Además, su historia se convierte en un modelo a seguir. Inspira al talento mexicano a soñar en grande, a unirse a startups o a lanzar las suyas. Organizaciones que apoyan a emprendedores, como Endeavor o las incubadoras de negocios, ahora tienen un ejemplo perfecto de lo que es posible lograr con visión y una ejecución impecable. La crónica de Covalto se convierte en una clase magistral que nos enseña sobre estrategia, adaptabilidad y la importancia de resolver problemas reales. Su éxito crea un círculo virtuoso: más inspiración, más inversión, más talento y, al final, un ecosistema de negocios más fuerte para todos.

El Futuro: Innovación que no se Detiene

Con el respaldo de los mercados públicos, el futuro de Covalto es seguir haciendo lo que mejor saben hacer: innovar para las PyMEs. Su enfoque sigue siendo resolver nuestros dolores de cabeza financieros. Esto significa desarrollar herramientas más inteligentes para la gestión del negocio, integrar más servicios de pago y usar la inteligencia artificial para ofrecernos productos a la medida. Su enorme base de datos, construida desde el día uno, es su arma secreta para crear soluciones que la competencia simplemente no puede igualar. La historia de Credijusto, hoy Covalto, es un testimonio del poder del emprendimiento para transformar no solo una empresa, sino todo un sector. Es la prueba de que con audacia y un enfoque claro en el cliente, se puede generar un cambio que perdure.